viernes, 26 de febrero de 2010

Sobre la actitud del director en los ensayos

Nueva entrada con unos días de retraso debido a diferentes compromisos laborales.

Releyendo los "Escritos sobre teatro"(Alba Editorial, traducción Genoveva Dieterich) de Bertolt Brecht me reencuentro con "Actitud del director de los ensayos (en el proceso inductivo)", con el que estoy de acuerdo en muchas cosas.

A continuación os transcribo partes del susodicho capítulo, que espero que ayuden a aquellos que desean afrontar futuros trabajos de dirección:

"El director no viene aquí al teatro con una idea o una visión, unas posiciones prefijadas para los actores y una escenografía y utilería terminadas. No desea realizar una idea. Su tarea es despertar y organizar la productividad de los actores, Ensayar no significa para él imponer decisiones ya fijas de antemano en su cabeza. Significa probar. Ha de insistir en que se barajen en cada caso varias posibilidades. Resulta peligroso para él dejarse empujar a dar lo más deprisa posible la única solución apropiada. La única solución apropiada sólo puede ser una de varias soluciones posibles, si es que las hay, y merece la pena probar otras soluciones por el mero hecho de que enriquecen la solución última. Ésta extrae fuerza del proceso de selección.

Además la productividad de los diferentes colaboradores es desigual, producen a un ritmo diferente y necesitan estímulos diferentes. También tienen intereses diferentes, que hay que desarrollar al máximo para enriquecer la solución total. Es una tarea importante del director desenmascarar todas las soluciones esquemáticas, rutinarias y convencionales. Ha de desencadenar crisis.

El director no debe tener miedo de admitir que no siempre conoce y dispone de "la" solución. La confianza de los actores y colaboradores en él ha de fundarse más bien en que es capaz de identificar lo que no es la solución. El director ha de aportar preguntas, la duda, la riqueza de los posibles puntos de vista, las comparaciones, los recuerdos, las experiencias...

... Normalmente tendrá dificultades para impedir una construcción demasiado rápida de las situaciones. Ha de conseguir que los actores pregunten: "¿Por qué digo esto, y por qué dice lo otro aquél?". Incluso debe conseguir que digan: "Sería mejor decir esto o aquello". Ha de procurar que los titubeos y réplicas iniciales no desaparezcan por completo en el curso de los ensayos del resultado final, cuando se ha conseguido una determinada respuesta. Lo singular de cada frase o acción ha de percibirse en la versión definitiva. También el espectador ha de tener ocasión para ese titubeo y esa réplica...

... el elemento de sorpresa es un elemento fundamental. El actor persigue el efecto; es un afán saludable, el actor intenta sorprender. Pero sólo logra el efecto "teatral", el efecto "ilícito" cuando no elige lo lógicamente esperable entre todo lo esperable. La sorpresa saludable surge cuando la solución lógica es sorprendente.

Al ensayar debería dejarse totalmente a un lado la sala de espectadores. Así en una segunda fase, en la que se trata de facilitar al espectador la mejor comprensión de los hechos, se llega a una reorganización con el objeto de dar más precisión al conjunto." Hasta aquí los apuntes del capítulo.

Pues lo dicho señores directores. Dejad que el actor y demás colaboradores creen. Dejad que os sorprendan, dentro de la lógica del trabajo. Mas que "dejar" que os sorprendan, creo que deberías fomentarlo y, como vampiros, aprovecharos de todo lo que ellos aportan de cara al resultado final. Y mucho cuidado con las "grandes ideas" impuestas desde la dirección. Esas "ideas" tienen que ejecutarlas los actores, y si no conseguís que el actor comprenda la lógica y las reglas de "la idea", si no conseguís que realmente crean en ellas, lo más probable es que se quede en una ejecución vacía, un mero fuego de artificio, algo que, por desgracia, se ve bastante en producciones de mucho presupuesto.

Un saludo y hasta la próxima entrada.




3 comentarios:

  1. Que fácil resulta cuando tienes actores creadores, pero la mayor parte de las veces tienes que conformarte con gente que, como mucho, se sabe el texto.
    ¿Qué escribió Brecht al respecto?

    Como dijo esa otra gran filósofa de la escena contemporánea: "Mamá, quiero ser artista"

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  2. Amplio un poco más esta observación en una reflexión que he colgado en mi blog:

    http://joseolmosalpera.blogspot.com/2010/03/comentando-una-entrada-del-blog-de-samu.html

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  3. Ahí está el proceso de casting y la creación de un buen elenco. Y después la habilidad del director para fomentar la creación a través de ejercicios, impros y demás. Hablo de un trabajo teatral y no de un encargo en el que te pongan a dirigir a un grupo de "mamá quiero ser artista", que esto se da mucho y ponen una de pasta encima de la mesa que no veas. Pero claro, después te toca comerte el proceso de creación.

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