viernes, 23 de octubre de 2020

Octubre 2020

Pues, a pesar de toda la situación, siento alegría.  Siento alegría por el entusiasmo de los grupos con los que hemos vuelto al trabajo en la EMAD (Escuela Municipal de Arte Dramático de Madrid) y en Escuela Jana. Personas que siguen apostando por las Artes Escénicas y participando de ellas a través de la formación, con todas las medidas de seguridad, eso sí. Personas que entienden que la cultura y el arte les aportan un crecimiento personal y de relación en sociedad a muchos niveles, que va más allá de su formación técnica teatral (que la hay y mucha), algo de una necesidad tan vital, que no se puede renunciar a ello. 

preparando clases




Históricamente no se ha renunciado nunca, ni en peores circunstancias que las nuestras actuales. En Polonia, por ejemplo, con una segunda guerra mundial de por medio, allí seguían las compañías ensayando en sótanos fríos mientras, de vez en cuando, caía algún proyectil o alguna bomba cerca.  O aquí en España, con una posguerra durísima, en la que los grupos de creación nunca dejaron de ingeniárselas para seguir creando. 



No nos vamos a rendir ahora. Vamos a seguir conociéndonos, reconociéndonos y creciendo, resistiendo al ruído, al barullo, a lo esperpéntico y grotesco que aflora en situaciones como la actual.